Un aspecto que caracteriza al estrés es la sensación de desbordamiento y la sensación de falta de control sobre lo que nos acontece. En este sentido , la concentración activa y la reflexión sobre las actividades que son más gratificantes en nuestra vida nos permiten maximizar la experiencia de control responsabilizándonos de la dirección y el propósito de las actividades en las que nos sentimos comprometidos que nos resultan gratificantes.
El psicólogo Csikszentmihalyi , uno de los fundadores de la psicología positiva ha venido estudiando científicamente las actividades ‘autotélicas’, aquellas que son gratificantes en sí mismas, y las experiencias de bienestar que las acompañan.
Una actividad autotélica es aquella que se realiza porque en sí misma es gratificante, sin necesitar una recompensa externa a la misma actividad. La experiencia de disfrute y absorción en la actividad es la contraria a la que sentimos cuando estamos en una situación estresante. En el estrés percibimos la situación con un nivel de desafio superior a los recursos que creemos disponer para hacerle frente. Identificar, por tanto, experiencias y actividades relacionadas con esas experiencias óptimas permite contrarestar el estrés.
La experiencia de ‘Fluir’ la podemos ver posicionada en el gráfico en el cuadrante superior derecho, en el que el desafío de la actividad es alto y los recursos personales para llevar a cabo la tarea también son altos. La implicación en este tipo de actividades genera un funcionamiento psicológico negentrópico, esto es, generador de orden y regulación psicológica.
La psicología positiva focaliza su atención sobre los recursos y fortalezas lo que aumenta la percepción que tiene la persona estresada en su capacidad para hacer frente a las situaciones dandole guías de actuación para potenciar esos recursos personales infrautilizados.
