Entrenamiento autógeno y Mindfulness

La atención es un aspecto psicológico que ha mostrado tener mayor importancia que, por ejemplo las intenciones, a la hora de determinar las acciones que nos pueden ayudar a afrontar las situaciones de estrés.

A lo largo del tiempo se han desarrollado diferentes formas de entrenamiento de la atención. El entrenamiento autógeno ha demostrado científicamente que es un método efectivo para mejorar la sintonia neurovegetativa y la regulación emocional disminuyendo los efectos negativos de las situaciones de estrés.

Las dos técnicas principales que son objeto de entrenamiento son la ‘concentración pasiva’ y la ‘aceptación pasiva’. El entrenamiento se produce mediante la práctica de los ejercicios que realizados de manera sistemática focalizamos la atención en la percepción de determinadas sensaciones corporales.

Las técnicas de entrenamiento autógeno potencia también el desarrollo de nuestra capacidad para centrar la atención en el presente permitiendo desconectar de las preocupaciones y rumiaciones sobre el pasado o anticipaciones amenazantes que lejos de ayudarnos se convierten en una fuente añadida de estrés interno.

En los ejercicios de entrenamiento autógeno practicamos tanto la aceptación pasiva característica del Mindfulness, como la concentración pasiva que potencia la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales y los procesos reguladores de las emociones.

Comparte en Twitter
Comparte en Linkdin

¿Te ha gustado?

.